Aunque la talasoterapia lleva más de un siglo siendo una popular opción para el ocio y el disfrute, pocos conocen exactamente la talasoterapia, qué es y por qué es tan beneficiosa.
El concepto de talasoterapia se remonta a 1867, cuando Joseph La Bonnardière lo presentó por primera vez y etimológicamente, la palabra proviene del griego thalassa (mar) y therapeia (tratamiento o curación).
Uniendo estos dos conceptos, la Federación Internacional de Talasoterapia define un centro de talasoterapia es “un establecimiento de salud comunitario que aprovecha los beneficios de los elementos marinos para fines de salud preventiva o de curación y supervisión médica“.
Se trata de instalaciones especialmente en boga en los últimos años. En concreto, el aumento en el turismo de wellness ha potenciado la aparición de espacios dedicados al bienestar como los centros de talasoterapia.
En la talasoterapia se hace uso de elementos como el bioclima marino, el agua de mar, el lodo, las algas marinas, la arena y otras sustancias como el plancton, utilizados en conjunto o por separado, debido a sus beneficios para la salud.
Los centros de talasoterapia suelen situarse cerca del mar y pueden incluir o no instalaciones hoteleras. En cualquier caso, es en las propias instalaciones donde se extrae agua marina, se trata para adecuarla a las necesidades de uso y se bombea para hacer uso de ella en tratamientos, con una temperatura ideal de 37 grados Cº.
La talasoterapia se utiliza para el tratamiento o prevención de enfermedades. Se trata de un tratamiento que demuestra de forma excelente la íntima unión existente entre cuerpo y mente y el equilibrio necesario entre ambos para lograr un bienestar que perdure.
Aunque existen algunas restricciones que se deben tomar en cuenta antes de acceder a esta alternativa terapéutica, el agua de mar presenta numerosos beneficios para la salud, teniendo un impacto positivo en las siguientes áreas:
- Tratamientos para el aparato locomotor, agilizando procesos de recuperación muscular, óseos, de tendones y de ligamentos. Es además beneficiosa para el reuma y la osteoporosis.
- Fortalecimiento físico y psíquico, mejorando la sensación de fatiga tanto a nivel corporal como mental.
- Mejora en afecciones dermatológicas (por ejemplo, estabilizando la psoriasis) y las relacionadas con la grasa corporal.
- Ayuda en afecciones respiratorias como el asma o la faringitis) y neurológicas.
- A nivel psicológico, se ha comprobado que la talasoterapia supone una ayuda eficaz para combatir estrés, fatiga, ansiedad y trastornos del sueño como insomnio.
Agua del mar
Se trata del elemento base de la talasoterapia. Rica en cloruro de sodio, cloruro de magnesio y cloruro de potasio, entre otros, contiene sustancias similares a las que es posible encontrar en el plasma sanguíneo. Debido a este paralelismo, el cuerpo absorbe estas sustancias mediante ósmosis de forma sencilla, potenciando todos los beneficios de sus componentes.
Algas marinas
Las algas marinas son ricas en minerales, vitaminas y proteínas, sustancias que el cuerpo humano necesita. Así, por ejemplo, son empleadas para proteger frente a bacterias y virus, mejorando también la salud de diferentes órganos del cuerpo y las articulaciones. Estas propiedades han sido reconocidas también recientemente por la industria cosmética, que está potenciando el uso de algas marinas para mejorar la salud cutánea.
Lodo del mar
El fango marino también es rico en minerales, vitaminas y proteínas, lo que hace que sea utilizado en diversos tratamientos corporales. Además, combina beneficiosos minerales naturales tanto del agua como de la tierra, como son azufre, magnesio, cobre, hierro y cuarzo.
Arena
La arena de playa ofrece muchos beneficios para nuestro organismo: ayuda al sistema circulatorio, reduce el riesgo de sufrir osteoporosis, tonifica, exfolia y tiene propiedades relajantes.
Plancton
El plancton no solo está de moda en la gastronomía debido a sus beneficios culinarios, también en tratamientos corporales por su contenido en vitaminas B y E, que evitan la formación de radicales libres. Además, defiende al cuerpo contra picaduras y aporta glicoproteínas y un plus de nutrición a la piel.
Bioclima marino
La brisa marina y el clima cercano al mar suponen ambientes excelentes para mejorar el bienestar. Así, el bioclima marino facilita la oxigenación de la piel, mejora la eliminación de toxinas, la respiración, fortalece los huesos, elimina impurezas de forma natural, mejora la fuerza muscular, beneficia el corazón y aumenta la movilidad de las articulaciones.
- Peloidoterapia
Se orienta a generar calor en zonas del cuerpo concretas en busca de alivio para problemas articulares o musculares. En este caso, se emplean peloides (mezcla de sustancias orgánicas e inorgánicas con agua mineral, marina o de lago salado) además de psamoterapia (baños calientes con arena). - Algoterapia
Recomendable para pacientes con insuficiencia glandular o afecciones en la piel, emplea algas marinas desecadas o frescas colocadas en agua caliente o en cataplasmas (donde el tratamiento queda cubierto en envolturas). - Hidrocinesiterapia
Desarrolla ejercicios terapéuticos dentro del agua, en una piscina adecuada o incluso en el mar. - Hidromasaje
La más popular de las cuatro técnicas, consiste en aplicar chorros de agua a presión en una bañera de agua de mar, a menudo acompañado además de cromoterapia (tratamiento mediante color). Sus principales beneficios son la sensación de relajación muscular y la mejora de la circulación sanguínea.
La talasoterapia requiere de un diseño e ingeniería de cierta complejidad , pues debe garantizar que la naturaleza y las propiedades del agua de mar en las que se basan estas instalaciones no quedan desvirtuadas.
Por ello, a menudo estas instalaciones pueden disponer de un circuito abierto, evitando así la necesidad de un tratamiento de agua que lleve a cabo su filtración y desinfección.
En el caso de no disponer de un circuito abierto, las renovaciones frecuentes del agua de los vasos de piscinas y vasos de hidroterapia facilitan que las propiedades positivas del agua marina permanezcan intactas.
Una vez el agua marina está en las instalaciones de talasoterapia, si el circuito es cerrado, esta deberá ser filtrada utilizando filtros de arena, desinfectada con cloro e, idealmente, equipos de UV.
Por otro lado, el equipamiento que realice el tratamiento del agua marina deberá ser fabricado en plástico, fibra de vidrio, materiales resistentes a ambientes marinos y de radiación. Otra opción, aunque menos recomendable, es utilizar elementos metálicos con tratamientos epoxy de alta calidad, evitando así la corrosión. Acotando que, no existe un listado específico de materiales para estos casos.
Además, los elementos de la sala técnica y los que entran en contacto con el agua no son los únicos susceptibles de ser corroídos por el agua de mar: cualquier elemento en la instalación e iluminaciones, entre otros, deben ser vigilados para evitar este problema.
Finalmente, es necesario prestar atención cuidadosa a los problemas de sedimentación y de entrada de sólidos junto con el agua, además del pH, que en el caso de agua de mar ha de controlarse de forma metódica.
En definitiva, la talasoterapia supone una instalación acuática delicada, con su propia idiosincrasia, que debe ser vigilada para garantizar que las propiedades del agua del mar y demás elementos contribuyan al bienestar de los usuarios, y para que los sistemas de tratamiento funcionen correctamente a lo largo de la vida útil de la instalación.