Garantizar la calidad del agua es primordial en cualquier instalación acuática, ya que cumple el doble objetivo de satisfacer al cliente y cumplir normativas. En este proceso son fundamentales los sistemas de filtración de piscinas, componentes integrales de la limpieza de una piscina, junto con los sistemas de recirculación y desinfección.
Pero, ¿cómo funcionan los sistemas de filtración de piscinas? En esencia, el mecanismo de filtración capta el agua recirculada por las bombas. El agua se desplaza por el filtro, donde las impurezas quedan atrapadas dentro de una capa de arena, vidrio o materiales alternativos conocidos como medios filtrantes. Este proceso garantiza que el agua esté libre de partículas indeseables y vuelva a la piscina fresca y clara.
En la actualidad, los sistemas de filtración de piscinas de última generación van más allá de la mera limpieza. Redefinen la eficiencia y marcan el comienzo de una era de sostenibilidad y ahorro de costes, estableciendo nuevos puntos de referencia en el campo de las instalaciones acuáticas.
Existen varios tipos de sistemas de filtración de piscinas en el mercado, cada uno con sus características, ventajas y aplicaciones distintivas. Su diferenciación radica en los materiales empleados durante su fabricación, el acabado y el tipo de medio filtrante que utilizan.
- Acero (reforzado con carbono o inoxidable): Aunque rara vez se utiliza en los sistemas modernos, esta opción se caracteriza por su elevado coste. Aunque en algunos mercados aún es una opción común.
- Termoplástico: Óptimos para piscinas residenciales más pequeñas, los sistemas de filtración de piscinas termoplásticos ofrecen versatilidad con opciones como plástico moldeado por inyección, moldeado por soplado y variantes rotomoldeadas.
- Plástico reforzado con fibra de vidrio (PRFV): Comúnmente elegido para piscinas comerciales, el PRFV se ha convertido en el material preferido por su gran resistencia química y mecánica, que garantiza una vida útil prolongada.
- Bobinado: Fabricado a partir de plástico reforzado con fibra de vidrio, este tipo de acabado de filtro presenta una anti corrosividad total, junto con una alta resistencia mecánica, química y térmica. Especialmente resistentes a la corrosión, los filtros de fibra de vidrio son los preferidos para el pretratamiento de aguas saladas o de cloración salina. Formados por un revestimiento interior de barrera de resina isoftálica y un exterior bobinado con PRFV (según norma UNE-EN 13121), estos filtros pueden diseñarse con forma cilíndrica, sistema colector y conexiones a medida.
- Laminado: Esta variante se fabrica mediante la pulverización simultánea de resina y fibra de vidrio, proporcionando un acabado resistente.
En los sistemas de filtración de piscinas, el corazón de la operación es el medio filtrante. El medio filtrante es un material granulado dentro del filtro, donde el agua se desprende de sus impurezas y residuos. Elegir el medio filtrante adecuado implica tener en cuenta algunos factores clave.
La altura del lecho filtrante es crucial, y vendrá determinada por el medio filtrante elegido. Las piscinas públicas suelen optar por lechos filtrantes de 900 a 1.200 mm, lo que permite varios tipos de lecho filtrante y configuraciones multicapa versátiles. Las piscinas residenciales, en cambio, suelen utilizar una capa más pequeña, comprendida entre los 300 y 800 mm.
La granulometría, o tamaño de los gránulos del medio filtrante, es de gran importancia. Los gránulos más pequeños son buenos para atrapar pequeñas partículas de suciedad, pero tienden a obstruirse más rápidamente. El tamaño común de los gránulos está entre 0,4 y 0,8 mm, quizá 1-2 mm por capa si es de grava.
La durabilidad también es clave. Comprobar regularmente el estado del filtro garantiza que la profundidad del lecho es buena y que se expande como se espera durante el contralavado. Si no es así, es hora de sustituirlo.
Existe una gran variedad de medios filtrantes, entre ellos
- Antracita y arena de sílice: La arena de sílice es la más común y puede utilizarse como único medio filtrante. No obstante, en los filtros de piscinas comerciales se suele combinarse en una multicapa. Esta combinación utiliza antracita colocada sobre arena de sílice. Con una altura mínima de 600 mm y grava en la base, atrapa eficazmente las partículas de mayor tamaño. Esta división reduce la acumulación de impurezas en el tramo inicial de arena, alargando el tiempo entre retrolavados y ahorrando agua.
- Vidrio: Conocido por su distribución uniforme de la suciedad atrapada en todo el lecho filtrante, el medio filtrante de vidrio minimiza los atascos en el tramo inicial, lo que permite prolongar los intervalos entre retrolavados. Además, reduce la presión de trabajo en comparación con la arena de sílice.
- Zeolita: La zeolita, un material naturalmente poroso, supera a la arena en eficacia de filtración. Es duradera y tiene un precio razonable.
- Perlita: La perlita, que hace maravillas en los filtros regenerativos modernos, procede de la roca volcánica. Calentada, la perlita se expande hasta 20 veces su volumen original, convirtiéndose en un excelente medio filtrante.
Mantener el agua de la piscina higiénica y estéticamente agradable requiere el uso de productos de desinfección, ya sean productos químicos como el cloro o innovadores sistemas de electrólisis salina.
Para reducir el gasto en productos químicos y prolongar la vida útil de los sistemas de desinfección, debe hacerse hincapié en la filtración, también conocida como tratamiento físico. Este enfoque permite reservar los tratamientos químicos para tratar los problemas que no se resuelven eficazmente mediante la filtración.
Veamos las prácticas de mantenimiento esenciales.
Invirtiendo periódicamente las corrientes de agua, el retrolavado sirve para desalojar y expulsar cualquier partícula de suciedad atrapada en el medio filtrante. Esta rutina se recomienda cada dos semanas, o al menos una vez al mes, dependiendo de factores como el tamaño de la piscina, los patrones de uso y las características de su sistema de filtración.
La frecuencia del contralavado depende de la pérdida de carga del filtro, calculada restando la lectura de presión más alta de la más baja mostrada en los manómetros. Si el resultado es superior a 0,6 bar, es aconsejable iniciar un contralavado. Un enfoque prudente implica sesiones de contralavado más frecuentes y cortas, reduciendo el consumo de energía y manteniendo un caudal de filtración estable.
Para aumentar la eficacia y sostenibilidad del proceso de retrolavado, éste puede combinarse con el retrolavado por aire en la primera etapa, reduciendo así el consumo de agua. El proceso de lavado por aire inyecta aire a través de una conexión específica en la base del filtro o a través de la entrada de agua de retrolavado. En particular, el lavado por aire sólo consume electricidad, lo que aumenta su eficacia en comparación con los métodos convencionales de lavado a contracorriente.
Hoy en dia, existe un a tecnologia muy innovadora en el ámbito de la filtración de piscinas: los filtros regenerativos. Elogiados por su excepcional eficacia y sostenibilidad, este innovador sistema utiliza medios filtrantes regenerativos para atrapar eficazmente las partículas de suciedad.
La característica distintiva de los filtros regenerativos reside en la utilización de tubos flexibles recubiertos de perlita. Estos tubos capturan partículas en su superficie y, cuando la perlita alcanza la saturación, el filtro experimenta un notable proceso de auto-regeneración mediante vibración.
Este mecanismo único no sólo garantiza una filtración eficaz, sino que también contribuye a un importante ahorro de energía, ya que estos sistemas de filtración de piscinas son capaces de reducir el consumo de energía. Además, desempeñan un papel crucial a la hora de minimizar el uso de productos químicos, lo que supone un ahorro sustancial.
La llegada de los filtros regenerativos representa un cambio transformador en la tecnología de filtración de piscinas, ofreciendo una solución pionera para aquellos que buscan prácticas de mantenimiento de piscinas eficientes y sostenibles.
Los sistemas de filtración de las piscinas son la pieza clave para mantener una calidad impecable del agua. Funcionando a la perfección junto con los sistemas de recirculación y desinfección, estos filtros se someten garantizan la eliminación de patógenos y partículas antihigiénicas antes de que el agua tratada vuelva a la piscina.
En el panorama actual, los sistemas modernos de filtración de piscinas van más allá de la mera limpieza y ofrecen una eficiencia que redefine la sostenibilidad y la eficiencia. Con diversos tipos que responden a necesidades específicas, la selección de los medios filtrantes desempeña un papel fundamental.
Aunque avances como los filtros regenerativos ofrecen ventajas notables, toda la gama de sistemas de filtración de piscinas representa un cambio tecnológico transformador, que ofrece una solución pionera para quienes están comprometidos con la gestión eficiente y sostenible de las instalaciones acuáticas. Para el profesional con visión de futuro, la exploración de este espectro es un camino hacia estándares elevados en el mantenimiento de piscinas.