La sauna finlandesa, también conocida como sauna seca, tiene importantes beneficios para la salud, entre los que cabe destacar el cuidado de la piel, la relajación muscular y la eliminación de toxinas, entre otros.
Una sauna finlandesa es un tipo de sauna que se caracteriza por su sequedad. A diferencia de otras instalaciones (por ejemplo el baño de vapor), en el interior de la sauna finlandesa no hay agua, ni vapor abundante. De hecho, la humedad suele rondar el 5-20 % y la temperatura que alcanza ronda los 80-100 ºC.
Estas características la diferencia de otros tipos de baños y saunas, como por ejemplo los siguientes:
- Baño tropical: cuenta con una temperatura media de unos 50-75 ºC y con una humedad ambiental que ronda el 20-40 %.
- Biosauna: cuenta con una temperatura media de unos 50-60 ºC y con una humedad ambiental que gira en torno al 45-65 %.
- Sauna rusa: en este caso, la temperatura oscila entre los 60-90 ºC y la humedad ambiental se sitúa en torno a un 60-70 %.
- Baño de vapor: en este otro caso, la temperatura normalmente alcanza los 40-50 ºC, aunque la humedad ambiental, en comparación con los anteriores, aumenta hasta el 100 %.
La sauna finlandesa tiene sus orígenes en la región del norte de Europa. En concreto, en Finlandia, Suecia y Rusia. Su propósito original era ayudar a combatir las bajas temperaturas durante el invierno, especialmente frías en esa área geográfica.
Sin embargo, con el paso del tiempo, se terminó convirtiendo en un ritual relajante con fines terapéuticos, tanto para el cuerpo como para la mente. Además de convertirse en un espacio en el que socializar, gracias al marcado valor cultural que la sauna finlandesa adquiere en el país escandinavo.
La sauna finlandesa, como sucede con los modelos ESSENTIA, consta de dos elementos básicos: la estructura y la estufa.
- Estructura: La estructura de este tipo de sauna es de madera. Su interior es una estancia diáfana en cuyos laterales se disponen bancos corridos en varias alturas. Todo su recubrimiento es de madera y, en el centro, se suele ubicar la estufa que calienta el interior de la estructura. El suelo está construido con madera maciza impregnada. La parrilla del suelo se realiza en Thermo Magnolia o Thermo Aspen.
- Estufa: La estufa es el dispositivo encargado de calentar la sauna finlandesa, cuyas temperaturas interiores pueden oscilar entre los 80 y los 100 ºC. En la actualidad, las estufas pueden funcionar de distinta manera. Por lo general, lo más habitual es que la estufa cuente con una resistencia eléctrica, que es la encargada de calentar las piedras que, a su vez, son las responsables de radiar el calor por el interior de la sauna, y que, cabe destacar, son la forma tradicional de calentar este tipo de saunas.
En este sentido, uno de los aspectos más importantes que determina cómo será la sauna finlandesa son los materiales. Lo más recomendable es utilizar maderas de alta calidad, como el roble, que contribuyen a preservar el calor y que pueden alcanzar altas temperaturas sin que ello suponga ningún problema.
Asimismo, otros materiales, como el acero inoxidable o el cristal, también pueden formar parte de la instalación de una sauna finlandesa, con frontales a la vista que permiten ver el exterior a través del cristal y contribuir a la sensación de bienestar al mismo tiempo que se disfruta de un espacio visualmente abierto.
En este tipo de saunas finlandesas, el panel frontal se debe realizar en vidrio transparente templado de 8 mm de espesor y con un marco de madera. Además, se aconseja que el tirador de la puerta esté fabricado en acero inoxidable, así como las bisagras, que deben contar con un sistema de cierre hidráulico automático, muy recomendable a la hora de evitar pérdidas energéticas.
En suma, hoy en día la sauna finlandesa representa un espacio de bienestar que se puede adaptar y personalizar al gusto y las necesidades de cada proyecto, tal y como sucede con los modelos ESSENTIA.
Algunos de estos elementos son los siguientes:
- Iluminación: La iluminación es un elemento esencial a la hora de crear ambientes. En una sauna finlandesa se puede optar por luminarias vistas u ocultas, que aporten luz directa o indirecta, luz blanca o con colores, entre muchas otras.
- Bancos: Los bancos son una parte fundamental de la sauna finlandesa. Se puede optar por bancos fabricados en un tipo de madera u otra, así como por un grosor mayor o menor. En este sentido, la madera de magnolia favorece el bienestar y la comodidad en el interior, ya que se trata de una madera de baja conductividad del calor, por lo que la sensación al usar los bancos es más agradable. Los bancos abiertos con madera de baja conductividad térmica en Thermo Magnolia o Thermo Aspen cuentan con una capacidad de carga de hasta 200 kg/m.
- Calefactores: Los calefactores son un elemento muy importante para determinar el estilo y el ambiente interior de la sauna. Se puede optar por diferentes tipos de calefactores, así como por calefactores a la vista u ocultos. Un ejemplo de buen calefactor es Harvia Virta, un calefactor eléctrico fuerte, práctico y con un estilo simple que se adapta a la perfección a aquellas personas que desean disfrutar de la experiencia de una sauna tradicional.
- Ambientadores: Los dosificadores de aromas contribuyen a que la experiencia de la sauna finlandesa sea completa. Existe un amplio abanico de fragancias y se pueden adaptar a las preferencias de los usuarios y el momento.
- Altavoces: Se trata de un complemento que mejora aún más la experiencia. Gracias a modelos de altavoces como los Sauna speakers, se puede instalar un hilo musical en el interior de la sauna finlandesa.
- Panel del control: El panel de control es la unidad de control táctil que proporciona una interfaz de usuario moderna, cómoda y perfectamente integrada en el conjunto de la sauna. El Harvia Xenio es un panel de control que se adapta a todas las saunas y mejora la experiencia del usuario.
- Sistema de ventilación: Tiene la capacidad de realizar hasta cinco renovaciones cada hora. Los paneles de madera están diseñados con el sistema lengüeta y arboleda para conseguir un sellado perfecto con resistencias de temperatura de hasta 150 ºC. Además, con la instalación de lana mineral y papel de aluminio se logra un aislamiento perfecto, tanto de la temperatura como de la humedad.
Todo ello contribuye a que la experiencia de la sauna finlandesa sea un oasis de paz y bienestar, un espacio en el que reponer fuerzas y purificar el cuerpo y la mente.
Lo primero que hay que hacer antes de entrar en la sauna es darse un baño o una ducha. No se debe olvidar que el objetivo de la sauna no es la higiene, sino que se trata de un tratamiento terapéutico. Por ello, al interior de la sauna se debe llegar limpio.
Al interior de la sauna se accede con una toalla. Esta toalla se coloca doblada sobre uno de los bancos corridos de madera y el usuario se sienta sobre la toalla. Este gesto tiene una doble finalidad. Por un lado, evita que el usuario se pueda quemar, ya que la madera de los bancos está caliente además sentarse directamente sobre esta puede ser incómodo. Por otro lado, asegura la higiene para los demás usuarios, ya que evita que varias personas se sienten directamente sobre la misma superficie.
Paralelamente, aunque hay personas que prefieren entrar en la sauna finlandesa con la piel mojada, lo más aconsejable es hacerlo con la piel seca. De esta forma, se favorece la sudoración y la eliminación de toxinas.
De media, lo más común es permanecer en el interior de la sauna en torno a unos 15 minutos. Sin embargo, no es una costumbre inalterable, puesto que algunas personas pueden estar solo 5 o 10 minutos, mientras que otras pueden alargar su estancia hasta los 25 minutos, pero este debe ser el máximo.
Al salir de la sauna finlandesa, se recomienda enfriar la piel. Esto se puede hacer de distintas formas, ya sea sumergiéndote en agua fría, entrando en una cabina de hielo o poniendo hielo por encima (que suele ser producido por una fuente de hielo ubicada en el propio centro wellness). En ambos casos, lo más aconsejable es realizarlo poco a poco, empezando por los pies e ir ascendiendo de forma paulatina. Después, se puede volver al interior de la sauna y repetir el proceso completo hasta un máximo de dos veces.
Más allá del elemento cultural y social, la sauna finlandesa constituye una herramienta con importantes beneficios para la salud física y mental.
- Eliminación de toxinas y depuración del organismo: Uno de los principales beneficios que tiene la sauna finlandesa o sauna seca es la eliminación de toxinas, puesto que muchas toxinas del organismo se eliminan a través del sudor. Gracias a las altas temperaturas de la sauna finlandesa se activa el proceso de sudoración y se elimina una gran cantidad de toxinas, lo que contribuye a la depuración del organismo.
- Cuida la piel: Además de expulsar toxinas, las altas temperaturas y la sudoración también contribuyen en la eliminación de células muertas de la piel. De esta forma, se contribuye a la renovación celular y al cuidado de la piel.
- Refuerzo del sistema inmune: Al acelerar los procesos de eliminación de toxinas y depuración del organismo se contribuye a mejorar el funcionamiento de diversos sistemas del cuerpo, entre ellos el inmunitario.
- Mejora la respiración: Gracias a las altas temperaturas que se alcanzan en el interior de la sauna finlandesa o sauna seca, se contribuye a mejorar la fluidez de la mucosidad. De esta forma, se mejoran los procesos de expectoración y se contribuye a expulsar el exceso de mucosidad que se localiza en las vías respiratorias.
- Relajación muscular: Las altas temperaturas del interior de la sauna combinadas con los baños de agua fría a la salida contribuyen a la relajación muscular. Cualquier persona se puede beneficiar de este efecto. Sin embargo, es especialmente útil después de practicar deporte o después de una sesión de entrenamiento.
- Evita la retención de líquidos: Gracias a la sudoración, además de eliminar toxinas, también se expulsan excesos de líquidos retenidos. De esta manera, se promueve un mejor funcionamiento del organismo y se contribuye a la pérdida de peso.
- Reduce el estrés: Finalmente, otro de los beneficios que no se pueden pasar por alto de las saunas finlandesas es que ayudan a reducir notablemente el estrés. Esto se consigue gracias a los efectos combinados tanto de la eliminación de toxinas como de la relación muscular así como al propio ritual de la sauna seca.
Aunque la sauna finlandesa aporta importantes beneficios, también hay que tomar una serie de precauciones para garantizar un uso responsable.
- Se debe beber agua o una infusión después de usar la sauna finlandesa para compensar la pérdida de líquidos.
- De media, lo más recomendable es permanecer en su interior en torno a 15 minutos por sesión.
- Se recomienda no superar dos sesiones completas de sauna finlandesa por semana.
- Las personas con cardiopatías deben consultar con su médico la conveniencia de usarla.
Como se puede ver, tomando una serie de precauciones, la sauna finlandesa se convierte en un gran aliado de la salud y el bienestar. Sin duda, un tratamiento que tiene muchos beneficios y que contribuye de manera importante a la salud física y mental de los usuarios.