El mantenimiento de una piscina requiere prestar atención a muchos factores. Desde la calidad del agua hasta la seguridad y comodidad de todos los usuarios, el mantenimiento de una piscina puede ser muy complejo. Además del agua, también hay que prestar atención al estado de los paneles que conforman el vaso de la piscina y otros accesorios metálicos.
Tras una larga exposición a los productos químicos utilizados para en el tratamiento del agua y a los ambientes clorados propios de la sala técnica, los paneles de la piscina y los elementos de acero inoxidable pueden corroerse con el tiempo. Sin embargo, existen soluciones de protección contra la corrosión que pueden ayudar a mitigar este riesgo y mantener una piscina en funcionamiento y con el mejor aspecto durante años.
En este artículo, veremos las causas de la corrosión, cómo puede prevenirse y los mejores métodos de protección contra la corrosión para los operadores de piscinas.
Cualquier piscina construida por diseñadores y constructores especializados en piscinas estará preparada para soportar una exposición continua al agua, los productos químicos y el aire. A menos que se protejan correctamente, la combinación de estos elementos externos durante largos periodos de tiempo puede empezar a deteriorar la calidad de los elementos de acero inoxidable. Por otro lado, los paneles de las piscina están expuestos a ambientes altamente clorados propios de la sala técnica.
La corrosión es uno de los problemas más comunes a los que a menudo se enfrentan los operadores o propietarios de piscinas, ya que se produce por la combinación de tres elementos esenciales para el funcionamiento de cualquier piscina. Cuando las partes metálicas de una piscina entran en contacto con el agua, los productos químicos (como el cloro) y el aire (oxígeno), el metal empieza a oxidarse. Con el tiempo, este se debilita y se oxida. Es lo que se conoce como corrosión.
Sus efectos pueden ser graves, no sólo causando daños significativos a los paneles de la piscina y dando lugar a costosas reparaciones, sino también planteando potencialmente problemas de seguridad. Los altos niveles de corrosión en piscinas comerciales pueden poner en riesgo la seguridad pública, debido a problemas de insalubridad y al debilitamiento de las estructuras, que pueden quebrarse y provocar accidentes.
Tipos de corrosión
Las piscinas se ven afectadas por dos tipos de corrosión: la galvánica y la electrolítica.
- La corrosión galvánica se produce cuando dos metales diferentes entran en contacto con un electrolito, como el agua. Entonces, el menos noble de los dos metales se corroe.
- La corrosión electrolítica se produce cuando una corriente eléctrica atraviesa el agua, lo que hace que los componentes metálicos se corroan a mayor velocidad de lo que lo harían normalmente.
Los signos de corrosión incluyen óxido, decoloración, picaduras y grietas en los paneles de la piscina. Si cualquiera de estos signos se hace evidente, los operadores de piscinas deben ponerse en contacto con un profesional para evaluar los daños y planificar los pasos a seguir. Es imperativo actuar de inmediato para evitar daños mayores.
El acero inoxidable es uno de los materiales más fiables si quieres evitar que los accesorios de tu piscina (como escaleras, barandillas, chorros de agua, etc.) se oxiden. Sin embargo, ten en cuenta que, al contrario de lo que se dice, el acero inoxidable también se puede oxidar.
Del mismo modo, el acero galvanizado es el material más adecuado para un sistema de paneles modulares y es la forma más eficaz de construir una piscina fiable y duradera. Sin embargo, con el tiempo también puede ser vulnerable a los daños por corrosión si no se mantiene adecuadamente.
Veamos ahora cómo proteger estos paneles y los accesorios de acero inoxidable de la piscina.
Para evitar la corrosión de la piscina, se pueden tomar varias medidas. Por un lado está el mantenimiento regular de los materiales de acero inoxidable, pero también el uso de ánodos de sacrificio, revestimientos y sellantes diseñados específicamente para la protección contra la corrosión de los paneles de la piscina.
Mantenimiento de la piscina
Realizar un mantenimiento adecuado de la piscina es un primer paso esencial para la protección contra la corrosión. Esto implica analizar el agua de la piscina con regularidad (manualmente o en remoto) para comprobar los niveles de productos químicos y mantener el pH equilibrado, puesto que evitarán la corrosión electrolítica de las piezas de acero inoxidable o del vaso de una piscina de inox.
Mantener el agua de la piscina limpia y clara siempre ayuda. La eliminación de residuos puede contribuir a evitar la corrosión galvánica de los elementos de acero inoxidable.
Los elementos de acero inoxidable deben limpiarse con regularidad (al menos dos veces por semana). Hay que utilizar cepillos especiales para no rayar el acero. Tampoco deben limpiarse con productos químicos agresivos, como lejía o amoniaco. Para eliminar las manchas de óxido y la acumulación de calcio, utilice un pulimento especial y un abrillantador en este orden. Primero limpie y elimine la suciedad acumulada; después lave con una solución jabonosa neutra con agua del grifo y, por último, aclare con agua limpia y seque con un paño. Las superficies que se tocan frecuentemente con las manos, como las barandillas, deben limpiarse a diario.
Recubrimientos y sellantes
Puedes proteger el vaso de una piscina recubriéndolo con tratamientos especializados. Los revestimientos de PVC, los recubrimientos epoxídicos y los selladores a base de goma previenen eficazmente la corrosión, alargando así la vida útil de los paneles de la piscina y otros materiales de acero.
Ánodos de sacrificio
Estas varillas metálicas están integradas en los paneles de la piscina y protegen sus componentes metálicos de la corrosión. Al estar hechos de un metal menos noble que los componentes de la piscina, los ánodos se corroen primero, protegiendo así los propios componentes. Por supuesto, debes comprobar periódicamente el estado de los ánodos de sacrificio y sustituirlos cuando se hayan corroído.
Proteger los paneles de su piscina de la corrosión es imperativo y complejo. Debes tener en cuenta los siguientes factores:
- De qué metal están hechos los paneles de la piscina;
- El entorno en el que se encuentra la piscina (la humedad y otros factores ambientales también influyen);
- El tipo de agua utilizada en la piscina (sus niveles de pH, qué productos químicos se utilizan);
- Frecuencia de uso de la piscina.
Teniendo esto en cuenta, a continuación se presentan los tipos de métodos de protección contra la corrosión más utilizados, con sus características.
Revestimiento de PVC
El vaso de una piscina de paneles modulares integra una superficie de vinilo en las paredes y suelo de la piscina. Este revestimiento de piscina, también conocido como liner , está formado por una red de poliéster de gran resistencia, recubierta por dos láminas de PVC fusionadas. Es impermeable y muy duradera, y protege la piscina de todos los elementos externos.
Un factor positivo del revestimiento de PVC es que también soporta bien los productos químicos utilizados para tratar el agua. Además, es una barrera eficaz contra la proliferación de bacterias dentro de la piscina.
Revestimiento epoxy
Se trata de un tipo de pintura que protege de los daños causados por el agua y la exposición prolongada a productos químicos. Es uno de los métodos más populares de protección contra la corrosión, ya que puede aplicarse a la superficie de un panel con relativa facilidad. Esto crea una barrera entre el metal y su entorno.
Si opta por el revestimiento epoxy, deberá tener en cuenta de qué tipo de materiales están hechos sus paneles y prepararlos en consecuencia. Este tipo de protección contra la corrosión suele durar unos 8 años (dependiendo de la frecuencia de uso de la piscina y del equilibrio del agua y los productos químicos que contenga). Después, tendrá que volver a pintar los paneles de la piscina.
Galvanización
Al revestir los paneles de la piscina con otro metal menos noble, se crea una barrera y se protege el panel original de la piscina. El zinc se utiliza a menudo para la galvanización, creando un escudo contra los elementos externos, reduciendo así el riesgo de corrosión. La galvanización puede durar muchos años, por lo que es una solución muy duradera.
Protección anódica
Este método consiste en conectar un metal a otro más activo, siendo este último el ánodo de sacrificio. Al añadirlo a la piscina, el metal más activo se corroerá primero y, con el tiempo, habrá que sustituirlo.
Protección catódica
Al contrario que la protección anódica, este método añade un metal menos activo a la piscina, que actúa como cátodo. Evita la corrosión de los paneles originales de la piscina neutralizando los agentes corrosivos del agua.
Una vez que el vaso de la piscina esté totalmente montado, revestido y lleno de agua, estas soluciones anticorrosión mencionadas protegerán especialmente la parte trasera de los paneles. Esta zona accesible también es un entorno muy húmedo y clorado, por lo que la protección contra la corrosión también es necesaria.
Para garantizar una larga duración y una menor preocupación por la corrosión de tu piscina, puedes instalar tu piscina con el sistema Skypool. Este sistema de paneles modulares ofrece una resistencia máxima contra la corrosión sin apenas mantenimiento. Esto se debe a que estos paneles están hechos de acero galvanizado en caliente, añadiendo una película de zinc a los paneles desde su fabricación. Esto los protege de la corrosión y hace de los paneles Skypool una excelente solución para piscinas con ambientes altamente clorados.
Como se ha descrito anteriormente, con la galvanización creamos ánodos de sacrificio para proteger los paneles metálicos. Esto optimiza los costes de instalación desde el principio y reduce la necesidad de mantenimiento continuo. Los paneles Skypool también duran más, lo que reduce los costes a largo plazo y proporciona una piscina protegida contra el deterioro prematuro.
