Hay varias razones por las que la iluminación de piscinas es un factor clave en la experiencia de uso de este tipo de instalaciones, desde la creación de distintos ambientes según la necesidad del operador, hasta la mejora en la seguridad de los usuarios.
En un mercado de ocio cada vez más competitivo, la generación de ambientes atractivos en instalaciones acuáticas marca la diferencia. Así, la luz subacuática y ambiental pueden convertirse en un elemento esencial en la experiencia del usuario, creando entornos estéticamente atractivos y originales.
La creación de ambientes, a su vez, potencia que los usuarios alarguen su estancia en las instalaciones, con el posible incremento del ticket medio del servicio de hostelería que esto conlleva. En este sentido, una iluminación de piscinas adecuada supone una propuesta de valor que amplía la experiencia del usuario y lo fideliza, al igual que otros elementos diferenciadores como las piscinas tematizadas o las piscinas infinitas.
Además, la iluminación apropiada en instalaciones acuáticas garantiza una mayor seguridad, evitando posibles resbalones o caídas para evitar lesiones.
Por último, una iluminación correcta es crucial para el uso deportivo de estas instalaciones: los nadadores necesitan luces apropiadas para juzgar las distancias y la ubicación de las paredes y el fondo de la piscina al nadar, bucear o participar en otras actividades con el resto de nadadores.
Según el tipo de lámpara
En la actualidad existen básicamente dos opciones: las lámparas halógenas (la opción más convencional) y la iluminación LED.
La iluminación LED es la opción más recomendable a nivel de impacto ambiental y consumo, además de ofrecer la misma potencia y calidad de luz que los sistemas tradicionales.
Las ventajas de la iluminación LED incluyen:
- Consumo bajo con una alta eficiencia, en comparación con cualquier otra opción lumínica.
- Alta duración de los focos: el flujo lumínico se mantiene en un 70% de su intensidad en sus 50.000 horas de vida útil.
- Proporciona una luz nivelada y permite modificar los patrones fotométricos utilizando distintas lentes.
- Los focos LED incorporan la posibilidad de elegir entre diferentes colores y temperaturas de color.
Según el material de construcción de la piscina
Otro aspecto a tener en cuenta en la elección de un foco para la iluminación de piscinas es el tipo de instalación al que se incorporará. Existen focos para el revestimiento (liner) y focos para piscinas de hormigón.
Hay algunas reglas y criterios que conviene seguir para lograr una iluminación de piscinas correcta:
- El número de focos en una piscina rectangular: conviene instalar un foco por cada 20 m2 de superficie de agua. No obstante, estas cifras dependen del tipo de foco elegido y su potencia, por lo que es necesario un estudio y análisis previo.
Además, esta recomendación debe ser reevaluada en caso de que se incorporen puntos de luz de color oscuro o de acero inoxidable.
- Altura de los focos: se recomienda una profundidad máxima de 70 cm desde el borde de la piscina para una iluminación de piscinas adecuada.
- Para lograr una iluminación nivelada y sin grandes contrastes entre zonas iluminadas y de sombra, es conveniente tener en cuenta que cuanto más potente sea el haz de luz de los focos elegidos, la luz quedará más igualada.
Más allá de los focos subacuáticos, la variedad y calidad de opciones hoy en día implica que las empresas pueden experimentar en la iluminación de piscinas para crear ambientes integrales.
Por ejemplo, está la posibilidad de incorporar luces ambientales en el interior o el exterior de la piscina o luces en las escaleras, que mejoran la seguridad de las instalaciones.
En definitiva, las piscinas comerciales cuentan con gran cantidad de opciones. Y entre ellas destaca la iluminación LED, recomendada para crear entornos eficientes, sostenibles a nivel ambiental y seguros para los usuarios.