La incorporación de una piscina en cualquier espacio comercial u hotelero es una solución propicia para actividades de relajación, de ocio o deportivas. Además, puede aportar más oportunidades en forma de generación de ingresos.
¿Cuáles son los costes operativos de una piscina? ¿Cómo se desglosan? ¿Y qué opciones tenemos para reducirlos con la garantía de que seguirá funcionando perfectamente?
En este artículo, hablaremos de:
- El consumo de agua en las piscinas.
- La gestión del agua, incluido el llenado de la piscina, y cómo reducir su coste.
- Cómo gestionar el consumo de energía para calentar el agua.
- Coste de electricidad y cómo reducirlo.
- Productos químicos.
- Gastos diversos adicionales.
Exención de responsabilidad: Es importante tener en cuenta que todos los costes y estimaciones que se indican aquí son cálculos que pueden variar en función de múltiples factores, como son la ubicación geográfica o las dimensiones de la piscina. El objetivo de este artículo es proporcionar asesoramiento, pero no puede garantizar los precios ni los costes derivados.
Cuando nos referimos a los costes operativos, uno de los gastos clave es el consumo de agua. A pesar de todos los esfuerzos, una piscina necesita un gran volumen de agua que puede multiplicarse según la forma en que se utilice y el tratamiento al que se someta. Cuanto más tiempo se mantenga limpia el agua existente, menor es el consumo, por lo que el gasto se reduce.
Entonces, ¿por qué las piscinas consumen agua incluso después de haberlas llenado? Las tres razones principales son las siguientes:
- Evaporación. Independientemente de la temperatura ambiente, siempre se producirá alguna pérdida de agua por evaporación. Cuanto más se calienta el agua, más se evapora. Además, si la piscina está al aire libre, se utilizará más durante la época de buen tiempo, que es cuando el agua también se evapora más.
- Una forma de prevenir la evaporación es usar una cubierta.
- Filtración. Si utilizamos un filtro de arena, debemos limpiarlo regularmente. Este proceso genera mucha agua sucia que debe eliminarse y sustituirse, lo que significa un consumo de agua adicional.
- El uso de un robot limpiafondos eléctrico puede suponer algo de ahorro en este aspecto, ya que tendrá su propio filtro.
- Un complemento muy útil es la instalación de una cubierta, especialmente si la piscina no se utiliza durante un período de tiempo largo, en cuyo caso necesitará menos filtración.
- Tratamiento de agua. Cuando se añade agua nueva a la piscina se puede producir un desajuste químico. Esto puede suceder de forma natural a causa de la lluvia, con lo cual necesitaremos añadir más productos químicos para volver a ajustar el agua.
Renovación del agua
Es fundamental renovar el agua de la piscina por muy bien cuidada que haya estado durante toda la temporada. En particular, el agua deberá renovarse si ha sido tratada durante varias temporadas. Esto se debe a que, con el paso del tiempo, el agua pierde sus propiedades físicas, químicas y estéticas, lo que hace cada vez más difícil su recuperación sin realizar tratamientos químicos en cantidades significativas.
Además, el uso de productos químicos deja rastros (isocianuros) que se acumulan año tras año. Con el tiempo, incluso las combinaciones más seguras pueden volverse tóxicas e irritantes. En general, debemos renovar el agua de la piscina cada 5-6 años.
Mantenimiento de la piscina
Para mantener la piscina en perfectas condiciones es importante realizar un mantenimiento periódico. Además de cambiar el agua regularmente, es posible que tengamos que volver a llenarla a causa del propio mantenimiento. Para un mantenimiento óptimo, es fundamental tener acceso a las instalaciones, ya que así podremos detectar posibles fugas y repararlas a tiempo, evitando el desperdicio de agua.
Por otro lado, una piscina también puede perder agua debido a una instalación incorrecta. Es importante, por ejemplo, garantizar que las conexiones sean estancas entre los complementos. Una imperceptible gota por segundo podría provocar una pérdida de 8.000 litros al año, lo cual supone una diferencia enorme en el consumo de agua.
¿Se debe vaciar la piscina durante los periodos de inactividad?
En realidad, cuando no se utiliza, es mejor mantener el agua en la piscina. No solo evitamos el desperdicio de un volumen muy importante de agua, sino que también contribuimos a mantener la estructura del propio vaso de la piscina: la presencia de agua modula las diferencias de temperatura y previene la formación de grietas causadas por la dilatación de los materiales.
No obstante, una piscina de exterior puede congelarse, por lo que es importante utilizar elementos “rompehielos” y purgar parte de la instalación hidráulica. Además, durante el tiempo en que una piscina no esté en uso, también es necesario realizar un mantenimiento periódico preventivo para que pueda tener un mejor rendimiento cuando comience la temporada.
El uso de una cubierta también ayuda a evitar que el agua se ensucie. Resumiendo, el hecho de no vaciar la piscina supone un gran ahorro de agua además de aportar otros beneficios adicionales.
¿Cómo repercuten en el consumo las cubiertas flotantes?
El uso de una cubierta flotante en una piscina durante el tiempo que no se utiliza (que puede ser de 16 a 18 horas por día incluso en plena temporada de baño) puede tener un impacto muy significativo en la evaporación, reduciéndola hasta en un 70 %. En el caso de una piscina comercial o pública, en la que el periodo de inactividad es más corto, las pérdidas por evaporación se pueden reducir hasta en un 20 %.
Una cubierta también reduce el consumo de energía, especialmente si se trata de una piscina climatizada. Ayuda a mantener la temperatura del agua más alta y a reducir la pérdida de calor por radiación y evaporación. No necesitaremos añadir tanta agua nueva y fría, que luego se tendrá que calentar a la temperatura ambiente. Como referencia, calentar 1 m3 de agua de 15 a 25 grados centígrados puede consumir hasta 12 kW/h.
¿Cuál es la relación entre la temperatura del agua y la evaporación?
Cuanto mayor sea la temperatura del agua, más se evaporará. Otros factores que influyen en la evaporación son la humedad relativa del aire, el viento y su nivel de fuerza. Una piscina cubierta se verá menos afectada por estos factores, de modo que 0,16 l/m2 de evaporación a 25 ºC subirán a 0,20 l/m2 a 30 ºC. Por tanto, si la temperatura del agua aumenta en 5 ºC la evaporación aumentará un 25 %.
Los costes operativos de una piscina se han ido reduciendo constantemente gracias a los avances de las tecnologías utilizadas para tratar el agua, calentarla y mantenerla. En comparación con hace 25 años, actualmente una piscina consume 1/9 parte de la energía que necesitaba antes para funcionar correctamente. Un aspecto a reducir en el coste operativo es el calentamiento de agua.
La mayoría de las piscinas actuales cuentan con un sistema de calentamiento, aunque opciones como las mantas térmicas son una alternativa para evitar que el agua se enfríe. Las bombas de calor tienen un consumo energético reducido, al igual que los intercambiadores de calor y otros sistemas como las cubiertas térmicas, que conservan las calorías del agua.
Intercambiadores de calor
Un intercambiador de calor transfiere continuamente calor de un medio a otro. Existen dos tipos principales:
- Intercambiador de calor directo. Ambos medios están en contacto directo y se supone que no se mezclan. Algunos ejemplos son las torres de enfriamiento, en las que el agua se enfría a través del contacto directo con el aire.
- Intercambiador de calor indirecto. Ambos medios están separados por una pared a través de la cual se produce una transferencia de calor.
Existen múltiples tipos de intercambiadores de calor indirectos: placas, carcasa y tubos, espirales, etc. El más eficiente resulta ser el intercambiador de calor de placas, gracias a su capacidad para proporcionar unos límites de presión y temperatura más amplios.
Criterios clave de una piscina climatizada
A la hora de diseñar una piscina climatizada, la normativa impone determinados requisitos para garantizar que se pueda mantener la temperatura y el nivel de humedad adecuados en las instalaciones. Los aspectos básicos están recogidos en el Reglamento de Instalaciones Térmicas (RITE):
- La temperatura del agua debe estar entre 24 y 30 grados centígrados, mientras que la temperatura del aire deberá estar 1-2 ºC por encima, con un máximo de 30 ºC.
- La humedad de la instalación debe ser inferior al 65 % para evitar condensación.
- Una ventilación adecuada es necesaria para asegurar la circulación del aire y recuperar la energía térmica del aire evacuado (a través de unidades de recuperación del calor).
Además, el Código Técnico de la Edificación requiere el uso de energía solar para el calentamiento del agua de la piscina, con una aportación mínima del 30-70 % según el lugar en que esté ubicada. Si no disponemos de energía solar suficiente, tendremos que recurrir a calderas, bombas de calor u otros equipos.
Consejo: Si utilizamos aire acondicionado en lugar de un calentador de gas convencional podemos ahorrar hasta un 30 % de energía. A continuación se muestra una tabla con los volúmenes de uso de aire acondicionado a lo largo de los años:
Promedio en 1980 | Promedio en 2015 | Promedio en 2025 | |
Consumo anual de aire acondicionado | 15000 Kwh/año | 1570 Kwh/año | 690 Kwh/año |
Coste de una bomba de calor
El coste de una bomba de calor para calentar el agua de la piscina es variable. Las condiciones meteorológicas de la zona, si la piscina está en el interior o al aire libre, la presencia de una cubierta, las horas de funcionamiento y la propia potencia de la bomba de calor, todo influye en el coste de funcionamiento.
Una bomba de calor de tipo aire-agua puede tener un coste promedio por temporada que oscila entre 2,50 € y 3,70 € por metro cúbico de agua calentada.
Una gran parte del coste de funcionamiento de una piscina es el consumo eléctrico generado por la bomba de filtración, el sistema hidráulico, la limpieza de los equipos y el sistema de iluminación.
Bomba de filtración y sistema hidráulico.
Estos dos equipos son esenciales para el funcionamiento de una piscina. Deben tener el tamaño apropiado según el volumen de agua. Por ejemplo, se ha demostrado que si se filtra durante más tiempo a baja velocidad con una bomba de poca potencia se consigue una mejor calidad que con una filtración de corta duración realizada a alta velocidad con un equipo más potente. Por este motivo, tenemos que contemplar la posibilidad de instalar un motor más pequeño que gasta menos energía que uno grande.
Los circuitos hidráulicos están diseñados para facilitar el movimiento del agua limitando las caídas de presión. Estos sistemas también contribuyen a optimizar la filtración. Además, al funcionar con un mecanismo de velocidad variable se racionaliza el consumo de energía, ya que proporciona la potencia que necesita la bomba en función del sistema.
Una bomba de agua de velocidad variable puede funcionar a diferentes niveles de velocidad regulables, de manera que el caudal y el consumo energético dependen de los requisitos de la piscina. Esto quiere decir que la bomba sólo se pone en marcha cuando es necesario. También dispone de una serie de programas integrados, con lo cual ya no es necesario realizar ajustes manuales. Sencillamente la bomba se irá autorregulando según lo necesite. Asimismo, una bomba de velocidad variable tiene una vida útil más larga que sus contrapartes gracias a que funciona menos tiempo.
Anualmente, la diferencia de coste entre una bomba de velocidad variable y una tradicional puede verse así:
- Bomba “clásica” de velocidad fija con un funcionamiento intermitente durante 11 horas al día: 287,44 € al año
- Bomba de velocidad variable, funcionando las 24 horas del día: 65,75 € al año.
Esto representa una reducción del 80 % en el consumo de electricidad, además de mejorar el tratamiento de la piscina.
Limpiafondos de piscina
La limpieza de la piscina forma parte de las tareas de mantenimiento fundamentales, lo que asegura la satisfacción del usuario final así como una piscina más duradera. Aunque los limpiafondos hidráulicos se han utilizado ampliamente gracias al sistema de filtración de la piscina, tienen algunos inconvenientes importantes que nos llevan a recomendar los limpiafondos eléctricos.
Un limpiafondos hidráulico no ayuda a reducir el gasto de energía, ya que tienen que utilizar la bomba de filtración. Con este tipo de limpiafondos la suciedad extraída del agua con el sistema de filtración se queda en el filtro. Esto significa que tenemos que lavar el filtro con regularidad para mantener su capacidad de limpieza. Luego hay que sacar un poco de agua de la piscina y volver a llenarla, lo que supone un desperdicio de agua y, por lo tanto, un consumo adicional.
Contrariamente, un robot limpiafondos eléctrico representa una mejor opción. De entrada gasta menos electricidad y necesita menos horas de funcionamiento para conseguir el mismo nivel de limpieza que un limpiador hidráulico. Por otro lado tiene su propio filtro, que se puede vaciar y limpiar cuando está lleno, sin tener que utilizar el sistema de filtración de la piscina.
En conclusión, los limpiafondos eléctricos son autónomos, de bajo consumo y eficientes, lo que los convierte en la mejor tecnología del mercado. Como por ejemplo la serie Zodiac® VORTRAXTM, una solución ideal que aspira eficazmente todo tipo de suciedad con su potente succión ciclónica.
Iluminación
Muchas piscinas disponen de sistemas de iluminación que pueden ser un coste adicional a reducir. Hoy en día, la iluminación LED es la mejor opción tanto en términos de ahorro de costes como de sostenibilidad e impacto medioambiental. Utilizan menos energía, tienen una vida más larga y generan una luz equilibrada.
Un proyector LED gasta unas 10 veces menos que un proyector tradicional de 300 W, dado que las bombillas LED solo consumen unos 24-30 W. Con una vida más larga (aprox. 100.000 horas), las luces LED para piscinas también duran unas 100 veces más que las antiguas lámparas halógenas.
Resumiendo, este consumo eléctrico se puede reducir en más del 90 %, al mismo tiempo que se consigue una mayor durabilidad.
Promedio en 1980 | Promedio en 2015 | Promedio en 2025 | |
Consumo anual del sistema de filtración | 5600 Kwh/año | 1500 Kwh/año | 950 Kwh/año |
Consumo por iluminación | 2×300 W | 1×30 W | 1×15 W |
En la explotación de una piscina también debemos tener en cuenta los productos químicos necesarios para ajustar de forma óptima la calidad del agua, los cuales representan un coste a añadir.
El consumo de cloro puede verse afectado por muchos factores:
- Tipo de piscina. Las piscinas al aire libre necesitan más cloro que las cubiertas debido a que los rayos solares actúan sobre el agua.
- Temperatura de agua. El cloro se evaporará más rápido si la temperatura es elevada (un aumento de 1 ºC provoca una pérdida de cloro del 15-20 %).
- Radiación solar. Los rayos UV convierten el cloro en cloruros inactivos, lo que dificulta el mantenimiento del nivel de cloro adecuado en las piscinas al aire libre durante el verano. Los productos clorados estabilizados, como los derivados de isocianurato ayudarán en esta tarea.
- Productos de cloro estabilizado. Su uso reduce el nivel de consumo de cloro.
- Filtración adecuada. Si la materia orgánica del agua pasa por los filtros sin quedar retenida se necesitará más cloro, ya que se utilizará cloro para oxidarla.
- Uso de la piscina. Cada persona que utiliza la piscina contamina y absorbe un cierto porcentaje de cloro.
Las piscinas se empiezan a equipar con otros sistemas de desinfección, como la cloración salina, la desinfección ultravioleta, la hidrólisis, etc. Son otras formas de reducir el uso de productos químicos que repercuten directamente en la calidad del agua y la sostenibilidad de la piscina, y que, en última instancia, reducen la necesidad de volver a llenarla.
Un elemento final en el cálculo de los costes de una piscina está relacionado con el personal y las actividades asociadas, como la limpieza y otros servicios.
El coste de limpieza y mantenimiento rutinarios de una piscina está influido por varios factores que son los siguientes:
- Mano de obra. Los servicios de mantenimiento periódico se pueden contratar de forma diaria, semanal o mensual. Aquí se incluye la limpieza de residuos en el agua, revisión y ajuste del pH, desinfección, limpieza de cristales y área perimetral, vaciado y revisión de los filtros. Esto cuesta, de media, 120 € por servicio.
- Dimensiones de la piscina. Cuanto más grande sea la piscina, más horas de trabajo necesitará para su limpieza y mantenimiento. Y será necesario utilizar más productos y más agua para rellenarla.
- Grado de limpieza. Es necesaria una limpieza a fondo cuando la piscina lleva algún tiempo fuera de uso, o bien cuando se utiliza de forma intensiva. Este presupuesto crecerá si se incluyen tareas extra como limpiar la piscina sin vaciarla, o limpiar filtros y juntas.
- Servicios adicionales. Trabajos complementarios como vaciar totalmente la piscina y limpiarla, o trabajos de reparación, aumentarán el presupuesto de los gastos operativos. Por ejemplo, reparar una grieta puede costar alrededor de 300 €, mientras que una revisión completa y una puesta en marcha pueden costar 200 €. Obviamente este coste está determinado por el tamaño y las necesidades de cada piscina.
- Vaciar por completo y volver a llenar. Durante cada temporada de baño, si tenemos previsto vaciar la piscina o rellenarla, estos son costes adicionales a tener en cuenta. El coste depende del tamaño de la piscina, el precio del agua o el método utilizado (el más caro es con un camión cisterna, por ejemplo). Debemos presupuestar al menos entre 100 y 180 € de gastos puntuales para esta tarea, pero podría ser mucho más.
Es fundamental conocer el coste previsto y destinar un presupuesto para el funcionamiento de la piscina durante todo el año. Disponemos de una amplia gama de opciones y tecnologías disponibles con los que podemos conseguir importantes ahorros y una mejora en el impacto medioambiental, si elegimos las herramientas y los materiales más adecuados y mantenemos la piscina de una forma más sostenible.