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Los niveles de cloro de la piscina representan un parámetro clave que hay que controlar para garantizar una experiencia de baño placentera y segura. Descubre cómo mantenerlos bajo control

A menudo la pregunta de cómo reducir el cloro de la piscina se plantea cuando ya es demasiado tarde. Dado que los niveles de cloro tienen un impacto directo en la experiencia y la seguridad de los bañistas, es crucial garantizar que siempre estén bajo control.

Existen diferentes enfoques para reducir el cloro de la piscina: desde detener el método actual de cloración hasta adoptar nuevos métodos de desinfección. Sigue leyendo para conocerlos.

1. Acerca de los niveles de cloro de la piscina

Añadir cloro es una parte importante de las operaciones de mantenimiento , tanto para los propietarios como para los operadores de piscinas. De hecho, el CDC (Centers for Disease Control and Prevention) recomienda que el nivel de cloro ideal en la piscina esté entre 1 y 4 ppm.

Sin embargo, cálculos o procesos inadecuados pueden generar problemas relacionados con el cloro en el agua de la piscina.

Causas de niveles de cloro inadecuados

Los errores de cálculo pueden conducir a niveles de cloro más altos de los recomendados, lo que resulta en experiencias de baño insatisfactorias para los usuarios.

A su vez, los niveles de pH del agua también tienen un efecto sobre los niveles de cloro. Los cambios extremos de pH pueden afectar el funcionamiento del cloro: mientras que el cloro es más eficiente en agua con niveles de pH neutros (es decir, entre 7,4 y 7,6), los niveles superiores a 8,0 provocarán que la piscina sea demasiado alcalina, lo que reduce drásticamente su eficiencia.

Consecuencias de unos niveles deficientes de cloro

Comprender los niveles de cloro es muy importante. Si bien unos niveles de cloro ligeramente más altos de lo normal son inofensivos, la exposición a una piscina con exceso de cloro puede tener efectos adversos para la salud y el bienestar de los bañistas.

El exceso de cloro altera los niveles de pH del agua de la piscina, haciéndola más ácida. Hay ciertos indicios que advierten de la presencia de niveles de cloro elevados, como la sensación de picazón en los ojos, nariz y garganta, náuseas, vómitos, mareos, molestias pulmonares y erupciones en la piel.

Por otro lado, unos niveles inadecuados de pH pueden dañar el equipo de la piscina, los elementos exteriores, la ropa, las toallas y los trajes de baño. Es vital agregar la cantidad exacta de cloro a la piscina para mantener el nivel de pH adecuado.

2. Averigua si los niveles de cloro del agua de tu piscina son excesivos

El primer paso para reducir el cloro de la piscina es averiguar si los niveles de cloro son excesivos. En este punto, es importante disipar un mito popular sobre el cloro: un fuerte olor a cloro no indica necesariamente que haya un exceso de cloro en el agua de la piscina.

Para entenderlo debemos considerar los dos tipos de compuestos de cloro:

  • Cloro libre o, en otras palabras, el tipo de cloro “bueno”. Este compuesto es capaz de eliminar bacterias y microorganismos.
  • Cloro combinado, también conocido como cloraminas. Este es el resultado de combinar materia orgánica (como bacterias) con cloro.

El cloro combinado o las cloraminas es el responsable del olor convencional asociado con el cloro. Sin embargo, este olor y su intensidad no son una indicación precisa de si los niveles de cloro son altos o no.

Cabello seco, piel sensible y ojos irritados son indicadores de una piscina con exceso de cloro. Afortunadamente, existen otras formas más seguras de averiguar si los niveles de cloro han aumentado:

  • un kit de prueba puede proporcionar un recuento total de cloro midiendo los niveles de cloro libre y combinado;
  • Los controladores de pH y cloro representan actualmente el método más preciso. Son capaces de medir automáticamente estos parámetros en el agua de la piscina y proporcionar las dosis adecuadas, lo que significa que la probabilidad de experimentar niveles altos o bajos de cloro en la piscina se reduce considerablemente.

3. Cómo reducir el cloro del agua de tu piscina: consejos
Deja de agregar cloro

El paso más simple para minimizar los niveles de cloro es dejar de agregar cloro al agua de la piscina, ya sea a través de un clorador, un dosificador de cloro, un generador salino de cloro o colocando pastillas de cloro en el skimmer.

Este método probablemente hará que los niveles de cloro vuelvan rápidamente a la normalidad; será especialmente eficaz si los niveles de cloro están ligeramente por encima de lo normal.

Elige el sistema de desinfección adecuado

Hoy en día, los sistemas de tratamiento del agua alternativos como Heliox UV, Neolysis o Freepool2 son capaces de proporcionar una desinfección eficiente sin que se produzca el desagradable olor a cloro. Repasaremos extensamente las posibilidades de estos sistemas más adelante en este mismo artículo.

Además, la incorporación de unidades de control automático asegura dosificaciones de cloro consistentes con el objetivo de mantener niveles adecuados de cloro y pH.

Retira la cubierta de la piscina y expón el agua a la luz solar

Otro método para reducir el cloro de la piscina es retirar la cubierta, si la hay, ya que la luz solar reduce los niveles de cloro en períodos de tiempo relativamente cortos.

Utiliza productos químicos para reducir los niveles de cloro

Los productos químicos neutralizantes son una gran opción si la piscina necesita estar lista rápidamente. Sin embargo, se deben seguir instrucciones muy rigurosas, ya que un mal uso puede conducir a una reducción excesiva de los niveles de cloro y pH.

Además, el agua debe analizarse después de usar uno de estos agentes, que suelen afectar significativamente el pH.

Drenar el agua y volver a llenar la piscina

Si no hay limitaciones de tiempo, drenar y volver a llenar parte del agua de la piscina también es una buena opción para reducir el cloro de la piscina. Sin embargo, debes tener en cuenta que este proceso puede tener un impacto en el equilibrio químico de la piscina, en cuanto a pH, alcalinidad o dureza del calcio.

4. Sistemas actuales de tratamiento del agua sin cloro

Los desarrollos actuales en instalaciones y tecnologías acuáticas son una respuesta definitiva a cómo reducir el cloro en las piscinas. Una de las claves es elegir soluciones de tratamiento del agua que no utilizan cloro.

De este modo, no solo se consigue acabar con los problemas relacionados con el cloro, sino que también resulta una opción ideal para los operadores de piscinas que buscan sistemas ecológicos y eficientes que brinden una experiencia de baño placentera.

Entre las principales opciones de desinfección existentes hoy en día encontramos la cloración salina (como la electrólisis), Neolysis y Freepool2 de Fluidra. Estos modernos y eficientes modelos reemplazan el cloro con productos de cloración salina, es decir, que usan sal en su proceso.

De hecho, los sistemas de cloración salina generan cloro gaseoso mediante electrólisis, un proceso que separa los elementos de cualquier compuesto por medio de la electricidad. En este caso, estos sistemas toman agua salada para disolver el cloro y desinfectar el agua. Además, consiguen un importante ahorro energético y de agua, a la vez que prolongan la vida útil de los accesorios y filtros de piscina.

En conclusión, los beneficios de los sistemas de cloración salina se pueden resumir en:

  • Ahorro económico: estos sistemas conservan los parámetros del agua estables de forma automática, proporcionando un importante ahorro económico en las instalaciones acuáticas en términos de mantenimiento y uso de productos químicos.
  • Mayor seguridad: los sistemas de cloración salina evitan la necesidad de manipular el cloro y, por tanto, la posibilidad de accidentes relacionados con este proceso.
  • Experiencia mejorada: las piscinas de agua salada incorporan un nivel mínimo de cloruro de sodio, lo que se traduce en una experiencia más agradable para los usuarios. Además, evitan otros factores desagradables como el olor a cloro y los problemas en la piel, los ojos y el cuero cabelludo asociados con el cloro.
  • Sostenibilidad: la cloración salina genera hipoclorito, un compuesto que se convierte en sal al descomponerse. Esto lo convierte en un proceso sostenible que no requiere la constante incorporación de más elementos, a la vez que reduce los residuos y la huella de carbono de la instalación.

En general, los operadores que buscan reducir el cloro en las piscinas deberían considerar cambiar el cloro por soluciones modernas basadas en la cloración salina.

 

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